2007-04-04

El reverso de la moneda




Hace un tiempo recordaba mis días de niñes (y de adolescente tambien) cuando miraba en la T.V. a "El chavo del 8" y todos los demás personajes de Chespirito. Aún veo las reposiciones cuando puedo, aunque el audio y la calidad de imagen sean bastante pobres... He navegado tambien por la red buscando páginas de ellos y, como es lógico suponer, he encontrado muchas. En mi país, somos varias las generaciones que los hemos conocido; es más, gente más joven que yo (mi ahijado de 13 años pro ejemplo) lo ven como si fuera la primera vez. A diferencia de mi o mis contemporaneos, los chicos de ahora tienen más opciones con la televisión por cable y, a raiz de esto, encuentran capítulos de el chavo a cualquier hora y en cualquier canal, por lo que podría suponerse que ya estén saturados del mismo. Pero no es asi. Me encontré varias veces repasando reuniones familiares en retrospectiva donde estabamos mis primos mayores, mis primos menores y yo mirando al mismo tiempo un capítulo de el chavo que ya habíamos visto miles de veces y riéndonos como si fuera la primera vez... Esto es un fenómeno que se repite y, para no extenderme, seguramente se debe a la calidad de los actores cómicos (sin dudas, el mejor grupo es donde están Don Ramón, Quico y la señorita Clotilde (la bruja del 71)), el excelente guión y, algo clave, el hecho de crear una historia excelente con tan poco material no humano.
Pero he aqui el quid de la cuestión: hablando con una amiga mejicana, me decia esta que el chavo en su páis solo habia servido para idiotizar a las masas y alejarlas de la realidad paupérrima por la que atravesaban. Ante mi respuesta de que uno puede ver cualquier cosa en la televisión pero luego ser dueño de contemplar la realidad sin sentirse aletargado por un simple programa televisivo , me respondió que era cierto, pero que la gente que realizaba el chavo habia pactado con el gobierno de turno para llevar adelante semejante cruzada: la de distraer a las masas, pan y circo para que no sea de dominio público. Bien, son opiniones... pero me quedan dos reflexiones para hacer
1º Si la idea era distraer a las masas, buscaron un método excelente por la calidad del producto.
2º A nosotros, a 5000 km de distancia de México, no creo que nos haya afectado la idea de descerebrar jóvenes manifestada por mi amiga mejicana... Creo que hemos rescatado la mejor cara de esa moneda de oro que fue la obra de Chespirito.

A!

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