2010-12-16

¡Qué trabajo me cuesta
dejarte marchar, día!
Te vas lleno de mí,
vuelves sin conocerme.

¡Qué trabajo me cuesta
dejar sobre tu pecho
posibles realidades
de imposibles minutos!

En la tarde, un Perseo
te lima las cadenas,
y huyes sobre los montes
hiriéndote los pies.
No pueden seducirte
mi carne ni mi llanto,
ni los ríos en donde
duermes tu siesta de oro.

Desde Oriente a Occidente
llevo tu luz redonda.
Tu gran luz que sostiene
mi alma, en tensión aguda.
Desde Oriente a Occidente,
¡qué trabajo me cuesta
llevarte con tus pájaros
y tus brazos de viento!


Federico Garcia Lorca


La puta madre!

Lgs

2010-12-08

A la vuelta de todas las cosas - Capitulo 2 - 2º parte

Así que supongo que si el no buscar te puede llevar a alguien, también ese alguien puede terminar siendo lo que nunca buscaste. Quizás no de forma definitiva, intempestuosa, cual rayo partiendo en dos un árbol. Pero si como la llovizna, que empieza de a poco y al rato, sin pensar en lluvia, te das cuenta que estas mojado, solo... y donde habías empezado. Y la ropa que se va mojando, lentamente, y cada vez se hace mas pesada. Primero te pesa en los hombros, pero los dejas pasar porque te sentís Atlas, capaz de sostener al mundo. Luego pesa en los brazos, las piernas... y sentís el frió que te llega hasta los huesos cuando pensabas que eras la fuente eterna del calor. Una derrota que, por lentitud al llegar, por acostumbrarte a las pequeñas batallas perdidas, te acerca la derrota de total, la perdida de la guerra, mas que como un castigo, como una liberación. Algunas cosas se me antojan bizarras a la distancia... Grace era todo bizarro. Todo humo de under y apenas algunas luces que dejaban ver perfiles que a la luz del día, con claridad, no mostraban lo que uno había imaginado al ardor de la bebida amarga y refrescante.
Si bien termine todo abruptamente, debí terminarlo antes. Evitar verte llegar a casa sin el autocontrol que el alcohol quita y renegar de mi, de vos, de tu vida, de la muerte que te había arrebatado gente cuando yo ni siquiera existía. Pero la culpa es un poco del peso que te adjunta la lluvia, pero solo un poco nada mas. Todavía tenían que caer varias toneladas mas sobre mi cabeza.
Al fina, yacía en el fondo de todo ese peso desmoronado en mi. Queriendo levantarlo un poco pero sin brazos para poder hacerlo. Una amarga caricatura intentando evitar la destrucción posterior al naufragio. Quería naufragar, pero no a esas profundidades.
Nos fuimos esparciendo por la superficie del océano hasta alejarnos incondicionalmente. Ya ser un extraño para el otro no tenia precisamente nada de extraño. No hubo culpas, no hubo motivos aparentes... nunca lo supiste. Ya tendré tiempo de pedirte perdón.

LGS

2010-12-01

A la vuelta de todas las cosas - Capitulo 2 - 1º parte

En realidad no buscaba nada. Nada de lo que había ahí y sabia que no era el lugar apropiado. Sentirme engañado no ayudaba al cuadro general y el descreimiento hizo que no volviera a llamarla por teléfono. Lejos estaban quienes me acompañaban de bucear en el abismo que se había abierto en mi alma. Lejos de tener la capacidad siquiera de adentrarse, de zambullirse y contener la respiracion por eones, hasta comprender un poco de lo que creía yo, era mi atormentada alma. Nada mas lejos ni menos dramático, reconozco. Pero el drama es una tentacion que pocas veces sabemos esquivar a tiempo. En esas épocas apenas si podía funcionar sin evocar el pasado y mi "tragedia", así que era un tanto recurrente.
No pensaba mas que a nivel zumbido... un murmullo inconsciente adormecido por la bebida del momento. Ni búsquedas, ni escenas heroicas, ni canciones al oído ni dedicarle a alguien 5 minutos de mi vida (mucho menos una noche entera) y sin embargo me saludaste, me recordaste quien eras y expusiste una teoría acerca de lo bien que me vendría estar con vos. Nunca supe si por ese rato o por los que luego fueron 4 años. Que te gustara andar en bicicleta fue un click en mi cabeza que me remonto a las épocas en que esa actividad me llenaba de alegría.
Y yo que no buscaba nada ni nadie...