2007-09-08

El último adiós de este lado.



Ha fallecido en mi ciudad uno de los grandes humoristas que dió el medio escrito. Una breve reseña de su vida a continuación y algunas imágenes, seguida de la que tomé de la calle, que muestra su vínculo con el club de sus (nuestro) amores Rosario Central. Se ha ido, y como dijo su personaje Mendieta en el diario el día de su fallecimiento: "Qué lo parió!"






Roberto El Negro Fontanarrosa nació en Rosario, en 1944. Su carrera comenzó como dibujante humorístico, destacándose rápidamente por su calidad y por la rapidez y seguridad con que ejecuta sus dibujos. Estas cualidades hicieron que su producción gráfica sea copiosa; a las recopilaciones de chistes sueltos ¿Quién es Fontanarrosa?, Fontanarrisa, Fontanarrosa y los médicos, Fontanarrosa y la política, Fontanarrosa y la pareja, El sexo de Fontanarrosa, El segundo sexo de Fontanarrosa, Fontanarrosa contra la cultura, El fútbol es sagrado, Fontanarrosa de Penal, Fontanarrosa es Mundial y Fontanarrosa continuará se le suman las de historietas Los clásicos según Fontanarrosa, Semblanzas deportivas, Sperman y las andanzas de sus personajes más famosos: Inodoro Pereyra y Boogie, el aceitoso, de los que ya existen veinte y doce volúmenes, respectivamente. En medio de esta avalancha gráfica, publicó allá hace tiempo un libro de cuentos, Los trenes matan a los autos que fue tratado con cierta condescendencia por la crítica como el intento de un dibujante jugando a ser escritor. Años mas tarde insistió con la novela Best Seller, una aventura del mercenario sirio homónimo. Esta vez su próximo libro escrito no tardó en aparecer (El mundo ha vivido equivocado, cuentos), y desde entonces lo han venido haciendo regularmente. Hasta el momento, además de los citados, lleva publicadas las novelas El área 18, La Gansada y los libros de cuentos No sé si he sido claro, Nada del otro mundo, El mayor de mis defectos, Uno nunca sabe y La mesa de los Galanes (y probablemente algún otro que no conozco). En sus ratos libres se lo puede encontrar tomándose un cafecito en el bar "El Cairo", escenario de muchos de sus mejores cuentos.

Falleció el 19 de julio de 2007 a la edad de 62 años y sufría en los últimos años de una enfermedad neurológica.


- Dígame don Inodoro ¿usté está con la Eulogia por alguna promesa?
- Mendieta, uno se deslumbra con la mujer linda, se asombra con la inteligente... y se queda con la que le da pelota.
- ¡Mire esta vaca, Serafín! Musa inspiradora de miles de composiciones escolares... ¡Y ahora es acusada de traficante de colesterol por el naturismo apátrida! Nos da su leche, su carne, su cuero. ¡Lo quiero ver a usté haciéndose una campera de zapayitos!
- Soy crítico meteorológico, señor. La tormenta de anoche: floja iluminación de los relámpagos, yuvia repetida, escenografía pobre y pésimo sonido de los truenos en otro fiasco de esta puesta en escena de Tata Dios.
- Ahura hay fertilización asistida. Vea el caso de la señora del viejo Aredes. Quedó embarazada. En el pueblo se comenta que al viejo lo ayudaron.
- ¿Puede una persona disaparecer de a pedazos? Porque a la Eulogia le desapareció la cintura.
- ¿Y usted cómo se gana la vida?
- ¿Ganar? ¡De casualidá estoy sacando un empate!
- ¿No andará mal de la vista, don Inodoro?
- Puede ser, hace como tres meses que no veo un peso.
- ¡No me diga que va a barrer, Pereyra! ¡La última tarea doméstica que hizo jué doblar una serviyeta!

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